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Cómo freír bien un filete

Toma nota de cómo preparar el filete perfecto de IGP Carne de Ávila 

Muchas veces te habrás hecho esta pregunta: ¿Es posible que esté friendo los filetes mal? Si cuando vas a freír nuestros filetes de IGP Carne de Ávila tienes dudas, toma nota de la forma de hacerlo bien. Hoy, en nuestro blog, te ofrecemos unos cuantos consejos para que el resultado sea todo un éxito. 

1. Compra carne de la mejor calidad. Por ejemplo, nuestros deliciosos filetes de IGP Carne de Ávila que seguro que encontrarás en alguna de las carnicerías de tu ciudad. Porque es una realidad, la calidad también influye en su sabor. 

2.- Elige bien el corte. Cadera, tapa, rabillo o aguja son cortes jugosos estupendos para freír o hacer a la plancha. Pide consejo en tu carnicería de confianza si tienes dudas.

3. – La carne no debe de estar fría. Por eso, debes sacar el filete de la nevera y mantenerlo a temperatura ambiente al menos media hora antes de que vayas a cocinarlo. 

4.- En sartén de hierro, mejor. Si eliges una sartén adecuada obtendrás un acabado y sellado perfecto. 

5.- Sin agua, por favor. Ahora que te paras a pensarlo te das cuenta, ¿no? Muchas veces los filetes empiezan a soltar agua. ¡Y no sabes cómo lo puedes evitar! Pues muy sencillo, para evitar que esto pase, pasa un trozo de papel de cocina por la carne justo antes de cocinarlo. En invierno, debemos de sacarla por lo menos una hora antes. 

6.- No bañes el filete en aceite. Tan malo es racanear en aceite como pasarse tres pueblos con el aceite. No, no hace falta que bañes los filetes ni que te quedes corto. Si echas el aceite justo, está claro que acertarás. Y otra cosa más, hasta que no veas que está caliente el aceite y que comienza a salir humo, no pongas el filete en la sartén. 

7.- No bajes la temperatura ni lo hagas demasiado. Lo ideal es comer la carne entre poco hecha o al punto. Solo así estará realmente jugosa. Así que ten en cuenta: si ya está hecha por fuera y no sangra por dentro, ¡sácala de la sartén!

8.- No te pases con la sal. Añade la sal cuando esté en la sartén o cuando ya la hayas sacado. Nunca antes. Eso es un error. La sal antes de servir contribuye a que se absorba mejor. 

9.- Déjalo reposar unos minutos. Tras sacarlo de la sartén, déjalo reposar tapado con un plato por encima. No perderá temperatura, pero ganará en jugosidad y textura. 

10.- Disfruta. Ahora solo queda disfrutar de la mejor carne del mundo. La puedes acompañar con patatas, pimientos, con una ensalada o con verduras…De cualquier forma, ¡acertarás!